Los 9 sonidos más relajantes
Oír forma parte de sentir, aunque rara vez prestamos atención a ese órgano que sirve para algo más que para entender lo que los demás están diciendo. Los sonidos que nos rodean nos permiten conectar con el entorno, formar parte de él. Si la fuente es percibida como molesta, acabaremos sintiéndonos irritables y estresados, mientras que, si resulta agradable, actuará como un bálsamo para el corazón. De hecho, de acuerdo a un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, escuchar sonidos placenteros durante treinta minutos al día ayuda a fortalecer la salud cardiovascular.
Los avances en materia de neurología, psicología y terapia musical han demostrado que escuchar sonidos y música agradable puede ayudarnos a modular el estado de ánimo, favorecer la concentración, aliviar el dolor crónico, la depresión y la ansiedad y, en definitiva, mejorar el estado de ánimo.
Dime qué estás escuchando y te diré cómo te vas a sentir:
Si lo que estamos buscando es un estado dopaminérgico de energía, nada mejor que caminar por la vida a ritmo de salsa, una sintonía capaz de proporcionar una relajación activa. Sus notas cadenciosas son alegres y relajantes. ¿Bailamos?
El subidón de adrenalina eufórica se viste de rock, metal y punk, sonidos fuertes, impactantes, muy apropiados para machacarse en el gimnasio, correr una maratón y ganar resistencia.
El mesencéfalo de los poperos se estimula al son de sus artistas favoritos, experimentando un éxtasis creativo, por lo que la música pop es especialmente recomendable para personas implicadas en actividades artísticas.
Aquello de que escuchar Mozart mientras estás embarazada, tal vez no fuera más que una leyenda urbana, aunque la música clásica ayuda a la concentración las conexiones neuronales.
Los 10 sonidos más relajantes
El portal de psicología estadounidense PsychCentral ha elaborado una lista de los 10 sonidos más relajantes. Escucha…
Llueve sobre el tejado:
Pisando la nieve:
Las olas del mar besando la orilla:
El suave murmullo de un arroyo:
La risa de un niño, o un ser querido:
El viento a finales de verano:
El ronroneo de un gato:
El canto matinal de los pájaros:
Escanciar una botella de vino:
¿Te has quedado con ganas de más? Explora los estímulos sonoros que te hacen sentir en calma. Suelen ser sonidos suaves, rítmicos y de baja intensidad. Huye de los tonos agudos, discontinuos o estruendosos si lo que estás buscando es paz. Pista: la naturaleza suele ser el escenario ideal para cazar estas píldoras de tranquilidad.
1 Comentario
Sonia, 13/01/2022
El sonido de las olas del mar alcanzando la orilla y que esta sea de piedras redondas que se van golpeando en cada ola... Eso es maravilloso 👏