Prevenir y detectar el cáncer de piel
El sol es luz, el sol es vida. Sin la cálida luz solar, sencillamente, no podríamos vivir: nuestro organismo se iría marchitando; el ánimo se iría entumeciendo. A dosis adecuadas, el sol es fuente de vitamina D, serotonina, salud y felicidad, pero la sobreexposición puede causarnos graves problemas. No solo envejece la piel, sino que puede llegar a provocar terribles daños, siendo el cáncer de piel uno de los más temidos.
El melanoma es el cáncer más agresivo, pero la buena noticia es que se puede prevenir y detectar.
¿Qué causa el melanoma?
En su mayoría, los melanomas se producen a consecuencia de la sobreexposición a los rayos ultravioletas del sol y el uso de cabinas de bronceado. También pueden influir otros factores de riesgo como los antecedentes genéticos, poseer muchos lunares en el cuerpo o ser de piel y ojos claros.
¿Cuántas veces acudimos al dermatólogo?
La respuesta a esta pregunta es clave porque el 99% de los melanomas pueden detectarse con una visita anual al especialista. Además, gracias a técnicas tan avanzadas y sofisticadas como la dermatoscopia digital, que realiza un mapa corporal y analiza los lunares del cuerpo, permitiendo comparar las imágenes para seguir la evolución de los mismos a lo largo del tiempo, podemos llevar un riguroso control de nuestra piel.
La visita a la consulta de dermatología debe compaginarse con autoexploraciones. De la misma manera que nos palpamos las mamas o ciertas zonas del cuerpo para detectar bultos, es conveniente adquirir la costumbre de hacer lo mismo con los lunares y manchas de la piel.
El “ABCDE” de la prevención:
El denominado “ABCDE” es un recurso memorístico que los dermatólogos utilizan a la hora de identificar un lunar potencialmente maligno, y trata de tener en cuenta los siguientes puntos:
Asimetría: Si no podemos dividir el lunar en mitades iguales.
Bordes irregulares: Cuando el lunar tiene los bordes irregulares, dentados o borrosos.
Color: Si el lunar no tiene un color uniforme o tiene más de un color.
Dimensión: Si mide más de 6 milímetros u observamos que aumenta de tamaño.
Evolución: Si alguna de las características del lunar cambia, ya sea de color, forma o tamaño.
¿Por qué es importante la prevención?
El melanoma es un tipo de cáncer que, de no detectarse a tiempo, produce metástasis en otras partes del cuerpo. De ahí la importancia vital de acudir anualmente al dermatólogo y vigilar el mapa de lunares.
¿Tomar el sol o no tomar el sol? He aquí la cuestión.
Tomar el sol es absolutamente necesario, aunque lo cierto es que nuestro organismo solo precisa unos pocos minutos para recibir su dosis diaria. Exceder ese pequeño ratito puede ser jugársela. Para evitar confusiones, existen recursos como la aplicación móvil desarrollada por la Universidad de Málaga, llamada UV DERMA, que al introducirle nuestros datos y el fenotipo de nuestra piel, nos dice cuántos minutos podemos tomar el sol para obtener nuestra dosis de vitamina D sin riesgo de quemarnos. Además lo hace teniendo en cuenta la localización geográfica, el índice UV máximo, las condiciones
meteorológicas en tiempo real, etc.
Para todo lo demás: protector solar.